Club ecológico en Italia atrae a los "socios del futuro"

Por Frank Bures

Cuando Lorenza Mazzoni se afilió a su primer club rotario en 2017 en una pequeña ciudad a las afueras de Milán, el club tenía un número considerable de socios: alrededor de 45 personas. Menos de cuatro años después, el número se había reducido en más de un tercio. "Esto ha ocurrido en muchos clubes de Italia", dice Mazzoni. "Durante la pandemia, creo que empeoró".

Mazzoni también dejó el club, pero no abandonó Rotary. En su lugar, se afilió al nuevo Club Rotario de Eco Milano (Italia), uno de los cada vez más numerosos clubes de formato no tradicional dedicados a un tema o causa concreta, en este caso, el medioambiente.

El nuevo club comenzó a finales de 2021 con 24 socios, de los cuales 11 eran nuevos en Rotary. Lo que atrajo a los recién llegados también atrajo a Mazzoni, quien trabaja en el área de servicio al cliente en una empresa internacional de atención médica. "La idea de identificarme con una causa coincidía con mis ideales personales", dice Mazzoni, quien se convirtió en la presidenta fundadora del club. "Y la idea de tener un club que se identificara con mis propios valores, conocer a gente que piensa como yo y trabajar juntos, fue muy interesante".

Olderico Caviglia, especialista en mercadotecnia, también reconoció la importancia de centrarse en una causa. Cinco años antes, había ayudado a fundar el Club Rotario de Milano Digital, que es un club en línea. "Es un club que sigue funcionando bien", dice Caviglia. "Fue un éxito, pero le faltaba un propósito. Además, tenemos que pensar en quiénes serán los socios del futuro".

Para determinar quiénes podrían ser esos socios, Caviglia realizó una encuesta a más de 1000 jóvenes, incluidos rotaractianos, interactianos y estudiantes universitarios. "De los 1000, solo cuatro dijeron que pertenecerían a un club tradicional", dice. "También dijeron que estarían interesados en un club centrado en la causa del medioambiente, y un club inteligente o figital, es decir, una mezcla de físico y digital".

A mediados de 2021, Caviglia y Franz Müller, exgobernador del Distrito 2041, propusieron la fundación de un club de este tipo: El Club Eco Milano. "No decidimos fundar un club solo por fundar un club", dice Caviglia. "Establecimos un club respondiendo a las peticiones específicas de quienes serán los futuros socios. El mundo de Rotary nace y muere con los clubes que unen a la gente. Así que los clubes tienen que pensar en quiénes serán esos futuros socios".

La edad de los socios del nuevo club oscila entre los 34 y los 76 años. Alrededor de la mitad vive en el área de Milán y el resto reside en otras partes de Italia; también hay socios en Polonia y Suiza. El núcleo de la identidad del club es la promoción de la sostenibilidad medioambiental, con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas como marco general. El enfoque actual de sus socios se centra en los plásticos. "Soy ingeniero químico", dice Müller, "y había empezado a ocuparme del problema de los plásticos porque, si no se recuperan y tratan, permanecen en el medioambiente para siempre".

El club está trabajando en una serie de videos y publicaciones informativas dirigidas a diferentes grupos etarios para educarlos sobre el uso del plástico. Se reúnen una o dos veces al mes en persona y el resto del tiempo en línea. "Podemos reunirnos con más frecuencia, y podemos ser más ágiles con las cosas que hay que hacer reuniéndonos en Zoom", dice Mazzoni.

Al igual que muchos clubes en Europa y en otras partes del mundo, el club Eco Milano responde a la guerra en Ucrania ayudando a los refugiados a encontrar trabajo en Italia. Y está ampliando su alcance mediante la creación de una red de ecoclubes rotarios en todo el mundo. "Me encargaron que me pusiera en contacto con algunos clubes ecológicos de la India", dice Yasir Khan, de 36 años, originario de Pakistán y que actualmente reside en Milán para estudiar aviación ecológica, campo dedicado a limitar el impacto ambiental de la aviación. "Pudimos tener una reunión con un club y establecimos un vínculo para aprender y trabajar juntos en estos temas".

Khan y los miembros de su generación son los que Caviglia y Müller piensan que era importante atraer. "Sabemos que el problema del medioambiente es enorme y urgente", dice Müller. "Pero no es nuestro problema. Es el problema de nuestros hijos y nuestros descendientes. Es absolutamente esencial que no demos marcha atrás".

"Si queremos dejar a los jóvenes un mundo mejor", dice Caviglia, "tenemos que empezar a pensar en cómo proteger el medioambiente y crear un movimiento dentro de Rotary para conseguir ese resultado. Hay un dicho que me gusta repetir: 'Dios siempre perdona. Los humanos a veces perdonan. La naturaleza nunca perdona'".