La historia de Rotary
Los inicios de Rotary en Sudamérica
Rotary amplió su alcance hasta América del Sur cuando el Club Rotario de Montevideo (Uruguay) recibió su carta constitutiva el 1 de febrero de 1919.
Los rotarios habían mostrado interés en expandirse hacia América del Sur desde 1916, y se habían enfocado en Argentina, Brasil y Chile; sin embargo, el primer club en recibir la carta constitutiva, gracias a los esfuerzos de Herbert P. Coates, fue un club uruguayo.
Coates, originario de Inglaterra, había vivido en América del Sur por muchos años.
Él se familiarizó con Rotary durante un viaje de negocios a Cincinnati, Ohio (EE.UU.), en 1916. Durante ese viaje, Coates se dio cuenta que muchos empresarios estaban ocupados con la Convención de Rotary en esa ciudad.
Intrigado, concertó una visita a la sede de Rotary para averiguar cómo podía crear un club en Uruguay.
Coates regresó a Montevideo con la aprobación para iniciar un club y su labor dio frutos con una reunión de organización en julio de 1918. Luego, en diciembre de ese año, él y otros 21 socios fundadores presentaron la solicitud formal de ingreso a Rotary International.
Coates ayudó luego a fundar un club en Buenos Aires (Argentina), y fungió como comisionado especial para expandir Rotary en América del Sur.
Paul Harris, fundador de Rotary, describió a Coates como alguien fundamental para la expansión de Rotary en todo el continente. Los rotarios sudamericanos coincidían con Paul Harris y se referían a Coates, a quien llamaban Don Heriberto, como el “Padre de Rotary en América del Sur”.