Los siete Centros de Rotary pro Paz
Universidad Cristiana Internacional en Tokio
Los Centros de Rotary pro Paz ofrecen programas de estudio a medida para formar a personas dedicadas a la construcción de la paz y la resolución de conflictos, sin importar dónde desempeñen su labor. Desde el establecimiento del programa en 1999, más de 1500 becarios pro paz de más de 115 países se han graduado de los Centros de Rotary pro Paz; los primeros centros pro paz iniciaron sus clases tres años después. El plan de estudios de cada Centro pro Paz ha sido elaborado cuidadosamente para abordar aspectos específicos del proceso de construcción de la paz y formar a la próxima generación de agentes del cambio en el mundo. En la actualidad, Rotary cuenta con siete centros pro paz en distintos lugares del mundo. El más reciente, en la Universidad Makerere en Kampala (Uganda) -el primero en África- recibió a su primera promoción de becarios en 2021.
Fundada tras la Segunda Guerra Mundial, la Universidad Cristiana Internacional (ICU por sus siglas en inglés) hace suya la misión de las Naciones Unidas y se centra en la promesa de la diplomacia internacional. Osamu Arakaki, director del programa, fue funcionario jurídico de una agencia humanitaria de la ONU en Canberra (Australia), y el director asociado Herman Salton trabajó en la sede de la ONU en Nueva York. El énfasis en las organizaciones intergubernamentales de mantenimiento de la paz quede de manifiesto en clases como "Las Naciones Unidas y el desarrollo sostenible" y "Diplomacia multilateral".
"La ICU tiene la misión de fomentar que los ciudadanos internacionales contribuyan al establecimiento de una paz duradera", dice Arakaki. "Y ha formado a innumerables funcionarios y diplomáticos de la ONU y de organizaciones internacionales".
La Facultad de Artes y Ciencias de la ICU es conocida por su programa interdisciplinario y su enfoque de artes liberales. Los becarios cursan un master en estudios sobre la paz dentro del programa de políticas públicas e investigación social.
El programa de estudios sobre la paz, de 2 años de duración, se enorgullece del diálogo abierto que existe entre estudiantes e instructores. Muchas de las clases de posgrado se imparten en inglés, y la proporción de estudiantes por profesor, de 20 a 1, permite a la ICU cumplir su misión de educar en grupos pequeños. Una excursión a Hiroshima permite a los estudiantes, algunos de ellos procedentes de países devastados por la guerra, escuchar las voces de los sobrevivientes de la bomba nuclear y ser testigos de primera mano de cómo Japón intenta superar la tragedia mediante la reconciliación. "El horror de Hiroshima no está simplemente en el pasado", dice Arakaki. "Es un temor real de que la tragedia pueda repetirse en partes o incluso en todo el mundo en el futuro, a menos que hagamos un esfuerzo concertado para evitar esa situación".
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• Este artículo fue publicado originalmente en la edición de febrero de 2022 de la revista Rotary.