Los siete Centros de Rotary pro Paz

Universidad Chulalongkorn en Bangkok

Por Jeff Ruby

Los Centros de Rotary pro Paz ofrecen programas de estudio a medida para formar a personas dedicadas a la construcción de la paz y la resolución de conflictos, sin importar dónde desempeñen su labor. Desde el establecimiento del programa en 1999, más de 1500 becarios pro paz de más de 115 países se han graduado de los Centros de Rotary pro Paz; los primeros centros pro paz iniciaron sus clases tres años después. El plan de estudios de cada Centro pro Paz ha sido elaborado cuidadosamente para abordar aspectos específicos del proceso de construcción de la paz y formar a la próxima generación de agentes del cambio en el mundo. En la actualidad, Rotary cuenta con siete centros pro paz en distintos lugares del mundo. El más reciente, en la Universidad Makerere en Kampala (Uganda) -el primero en África- recibió a su primera promoción de becarios en 2021.

Cuando en febrero de 2021 se produjo un golpe de estado en Myanmar, el programa de estudios sobre la paz y el desarrollo de la Universidad de Chulalongkorn trabajó para captar y brindar apoyo a los pacificadores de ese país. Seis meses más tarde, durante las evacuaciones en Afganistán que siguieron a la recuperación del control por parte de los talibanes, el programa creó toda una red para sacar del país a personas, entre ellas a más de un exbecario de la Universidad Chulalongkorn. "Buscamos becarios que se encuentren en la primera línea del conflicto", señala Martine Miller, subdirectora del Centro de Rotary pro Paz de la universidad. Entre ellos se podría encontrar un becario pro paz que trabaje con jóvenes ingresados en el sistema penitenciario de California o uno que centra su actividad en proteger a los jóvenes en situación de riesgo en Kenia.

Los profesores no tradicionales del programa interdisciplinario de un año de duración han estado inmersos en zonas de conflicto. Entre ellos se encuentran Gary Mason, ministro metodista que ha participado en el proceso de paz de Irlanda del Norte, y Jerry White, cofundador de Landmine Survivors Network, que perdió parte de una pierna por una mina terrestre en Israel. "No es la típica clase", dice Miller. "Los instructores no son profesores. Están escribiendo artículos y libros. Ellos trabajan sobre el terreno. Y desde luego no son tímidos".

Desde que hace 17 años se creó el centro pro paz, el plan de estudios ha evolucionado para incluir debates sobre la identidad de género y una sesión sobre el bienestar psicológico y el trauma destinada a abordar el estrés inherente al campo de la resolución de conflictos. La larga trayectoria de innovación de la Universidad Chulalongkorn ha dado sus frutos: El 75 % de lus más de 500 exbecarios trabajan para las Naciones Unidas, agencias gubernamentales, organizaciones no gubernamentales o en el mundo académico y de la investigación.