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Un proyecto filipino de agua, saneamiento e higiene ofrece retretes y educación higiénica a varias aldeas

Rotary alcanza el éxito donde otros fracasaron

En 1991, el monte Pinatubo entró en erupción tras 600 años de inactividad y destruyó casas y granjas, desplazando a muchos indígenas aeta que vivían en las tierras altas del centro de Luzón (Filipinas).

Aunque el término «aeta» puede referirse a varios grupos étnicos relacionados, los aeta de esta región son descendientes de Mag-Antsi, que tras la erupción fueron reasentados por el gobierno. Desde entonces, muchos han regresado a sus tierras ancestrales para reconstruir y restablecer sus comunidades.

Falta de saneamiento donde menos te lo esperas

Los gobiernos del mundo han mejorado el acceso al agua potable, pero los avances en materia de saneamiento se han quedado atrás. Las personas carecen de instalaciones básicas en lugares que quizá no te esperas.

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Las aproximadamente 43 familias de Flora y las 79 de la cercana Kawayan viven de la agricultura. Si bien el gobierno ha concedido a los aeta de otras zonas los títulos de propiedad de sus tierras ancestrales, estos aeta han visto cómo sus tierras se reducían y su fuente de sustento se veía afectada por las reclamaciones de los habitantes de las tierras bajas durante los años en que tuvo lugar el proceso de reasentamiento.

Al igual que 10 millones de hogares en Filipinas, carecen de instalaciones de saneamiento. El gobierno filipino ha avanzado en la generalización del acceso al agua para sus 109 millones de habitantes, pero los planes a largo plazo para ampliar el saneamiento se están viendo retrasados, especialmente en las regiones rurales. Según un informe de UNICEF, este reducido acceso a la higiene personal expone a las comunidades a enfermedades como la diarrea y el cólera, y puede provocar una disminución de la asistencia a la escuela, desnutrición, mala salud bucal y miedo a la violencia en las mujeres que deben practicar su higiene personal al aire libre.

  • 1000.00

    Número de niños que mueren cada día debido a enfermedades diarreicas prevenibles relacionadas con el agua y el saneamiento.

  • 892.00 millones

    Número de personas que continúan defecando al aire libre.

    Fuente: Naciones Unidas

Para combatir estos problemas, el Club Rotario de Intramuros-Manila diseñó un proyecto de agua, saneamiento e higiene (WASH) que instaló 25 retretes en las comunidades aeta de Flora y Kawayan y tres en Babo. Los socios de Rotary realizaron visitas a estas comunidades para conocer las prácticas de higiene actuales y determinar la voluntad de los habitantes para trabajar en el proyecto y disponer de retretes.

Antes de que se enviara un solo ladrillo, Rotary entabló amistades y se ganó el apoyo de la comunidad. Rotary pudo aprovechar un perfil ya existente de las aldeas de Flora y Kawayan para orientar el proyecto. Dicho perfil contaba con información sobre la raza, la historia, las condiciones socioeconómicas, las unidades familiares, las fuentes de sustento y los medios de transporte.

Es difícil cambiar los comportamientos ya que le pides a la gente que haga algo diferente a lo que ya estaba acostumbrada a hacer.

"En nuestra primera visita, uno de los líderes comunitarios nos dijo que organizaciones no gubernamentales y políticos les habían visitado a menudo, comprometiéndose a construir retretes", recuerda Floren Naguit, director del proyecto y socio del Club Rotario de Intramuros. "Pero nunca se había construido ninguno". Hasta ahora.

Las obras comenzaron en Flora a principios de 2018, durante la estación seca, de diciembre a abril, cuando las carreteras son más transitables. Junto con su colaborador internacional, el Club Rotario de Batemans Bay (Australia), el club organizó cuadrillas de trabajo de tres personas y voluntarios locales para transportar materiales en jeep y carros tirados por carabaos por carreteras de montaña y cruzando 26 ríos.

Se instalaron fosas sépticas, se pusieron los cimientos, se construyeron paredes y tejados, se colocaron baldosas, se insertaron tazas de retrete, se añadieron lámparas solares y se colgaron carteles de uso y cuidado. La construcción en Kawayan comenzó después de la finalización de las labores en Flora, y el proyecto total fue inaugurado a principios de 2020.

El proyecto pagó a los maestros locales, contratados por el gobierno, un pequeño estipendio para que dirigieran tres pequeños talleres para grupos de dos o tres familias, e incluyeran la educación sobre prácticas higiénicas en sus planes de estudio con el fin de fomentar el cambio de comportamientos.

  1. Vere Gray (con el lazo amarillo), socia del Club Rotario de Batemans Bay (Australia), visita la sede del proyecto acompañada por Floren Naguit (camisa azul claro), socio del Club Rotario de Intramuros-Manila, durante una ceremonia de inauguración a principios de 2020.

  2. Un bloque de retretes gemelos terminado durante la ceremonia de inauguración en 2020.

  3. El acceso a Flora y Kawayan requiere un jeep 4x4 por carreteras de montaña y cruzar 26 ríos.

  4. Los retretes no tienen cisternas. En su lugar, un grifo conectado a la fuente de agua de la aldea alimenta un cubo de agua que se utiliza para la limpieza de los usuarios y descargar el retrete.

  5. Los habitantes de las aldeas aprenden sobre prácticas higiénicas seguras.

"Es difícil cambiar los comportamientos", explica Mark Balla, vicepresidente del Grupo de Acción de Rotary de Agua y Saneamiento, "ya que le pides a la gente que haga algo diferente a lo que ya estaba acostumbrada a hacer". Pero sin dicho cambio, la gente puede volver a los hábitos del pasado y los retretes podrían sufrir negligencia o deterioro.

Balla considera que quizá lo más importante sea la necesidad de tener paciencia.

"Se van a obtener resultados imperfectos. No hay proyectos perfectos", afirma. "Tenemos que entender la necesidad de esforzamos por mejorar continuamente".

Sabiendo que el monitoreo y la medición son fundamentales, los rotarios realizaron encuestas de seguimiento con los aeta, preguntándoles sobre el uso de los retretes y el lavado de manos.

Aunque las visitas se suspendieron a principios de 2020 debido a la pandemia de COVID-19, y luego de septiembre a diciembre, cuando la temporada de lluvias hace intransitables los caminos, está previsto que se reanuden en 2021.

Obtén más información sobre la labor de Rotary en el campo del agua, el saneamiento y la higiene.


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