Después del oxígeno, el silicio es la sustancia más frecuente en la corteza terrestre. Si se añaden dos partes de oxígeno a una parte de silicio (un proceso que se produce de forma natural), se obtiene dióxido de silicio, un componente básico de la mayoría de las rocas y la arena. Si se calienta esa arena a unos 1700 grados, se convierte en un líquido que al enfriarse se convierte en vidrio.
Aunque el vidrio se obtiene a partir de una materia de origen natural, una vez que esa sustancia se transforma en botellas, no favorece al medioambiente. En Estados Unidos, cada año se desechan unos 8 millones de toneladas de vidrio, lo que supone un importante volumen en los vertederos con una duración de muchos años. Según informa la Agencia de Protección del Medioambiente, solo se recicla un tercio del vidrio que compran los estadounidenses.
El Club Rotario de Chelan, Washington, encontró una oportunidad para extraer parte de ese vidrio de la cadena de residuos. Su proyecto 911 Glass Rescue convierte las botellas usadas y el vidrio roto en arena que puede utilizarse en proyectos de jardinería, paisajismo, parques infantiles y filtros biológicos de agua. El club se asoció con organismos y empresas locales para comprar una máquina pulverizadora de vidrio de Andela Products. La presidenta y directora general de la empresa, Cynthia Andela, no solo es una experta en la industria del vidrio, sino que también es socia del Club Rotario de Richfield Springs, Nueva York. "Soy rotaria desde hace años y llevo años vendiendo estas máquinas", dice Andela. "Pero este proyecto del club de Chelan, que une ambos mundos, me hizo comprender lo mucho que puede conseguir Rotary".
Los socios del club nos contaron la historia de cómo fabrican arena a partir de vidrio desechado.
La región vinícola del estado de Washington
Nuestra comunidad, situada en el área central del norte del estado de Washington, incluye la ciudad de Chelan y la comunidad de Manson, ambas pegadas a la orilla del lago Chelan. Este lago, alimentado por glaciares, es uno de los lagos de agua dulce más profundos del país. Además de contar con una enorme belleza natural, el otro gran atractivo del lago es que se encuentra en la región vinícola de Washington. Enclavado entre las estribaciones de la cordillera de las Cascadas y el río Columbia, el rico suelo de la zona y las moderadas temperaturas del aire crean un exuberante valle ideal para la viticultura. Las orillas del lago están salpicadas por más de 30 bodegas y unas 120 hectáreas de viñedos. Miles de visitantes acuden cada año para disfrutar de los vinos y el paisaje. Y los residentes ponen de su parte para apoyar la economía local, bebiendo los vinos locales. Nuestro club se reúne en las bodegas Tsillan, que cuentan con una gran sala de degustación.
El problema con los vertederos
A los habitantes de Chelan, una población de poco más de 4000 habitantes, les preocupa lo que ocurre con todas esas botellas de vino y otros tipos de vidrio usados. En su mayor parte, las botellas acaban en un vertedero, como ocurre en todo Estados Unidos. Allí permanecerán durante mucho tiempo. Las agencias gubernamentales han calculado que el vidrio de los vertederos puede tardar un millón de años en descomponerse. Muchos municipios de todo el país han eliminado el reciclaje de vidrio en los últimos años por múltiples razones, entre ellas que los fragmentos de vidrio contaminan las cadenas de reciclaje del papel y el plástico. Chelan dejó de reciclar vidrio en 2018, pero a muchos residentes y líderes empresariales esto no les pareció bien. Aunque la solución medioambiental ideal es fabricar nuevas botellas y tarros de vidrio a partir del vidrio usado, eso requiere contar con una planta de procesamiento de vidrio. Chelan está a más de tres horas en coche del procesador de vidrio más cercano, ubicado en Seattle. Transportar el vidrio tan lejos dejaría una enorme huella de carbono por lo que no sería una solución.
Una solución local
Si reciclar las botellas viejas para convertirlas en nuevas no era posible, tenía que haber otra solución. Nuestro club, activo desde hace tiempo en la comunidad, estaba decidido a encontrarla. En 2020, el Comité de Preservación del Planeta Tierra del club decidió aprovechar un proyecto piloto iniciado por dos talentosos estudiantes de secundaria locales, Megan Clausen y Devyn Smith. Estos chicos fabricaban arena con una trituradora de una sola botella que habían comprado. Se trataba de una laboriosa operación realizada en el garaje de la casa de Clausen. Pero los miembros del comité quedaron impresionados. Si se replicara a mayor escala, este proyecto podría ofrecer una solución local a un problema local.
La conexión de Rotary
El prolongado período de inactividad causado por la COVID-19 brindó a los socios del club la oportunidad de investigar cómo ampliar el proyecto piloto. Esto nos llevó finalmente a Andela Products, fabricante de equipos de pulverización y trituración de vidrio situado en el norte del estado de Nueva York. Una investigación más profunda reveló que la directora de la empresa, Cynthia Andela, era la presidenta 2019-2020 del Club Rotario de Richfield Springs, Nueva York. Cuando descubrimos esta coincidencia, supimos que esta colaboración estaba predestinada.
Formación del equipo
Nos intrigó la larga experiencia de Andela Products en la venta de sus máquinas a pequeños municipios caribeños con espacio limitado para vertederos y la necesidad de importar costosa arena natural para sus playas. El modelo caribeño podría reproducirse en los alrededores del lago Chelan. Con esta idea nació 911 Glass Rescue. entidad sin fines de lucro administrada por una directiva elegida por el club. La alianza establecida con la ciudad de Chelan y la empresa de gestión de residuos sólidos del condado de Chelan que consiguió una subvención del Departamento de Ecología de Washington, aportó la mayor parte de la financiación. Quince bodegas locales se sumaron como patrocinadores. Una vez alcanzado el objetivo de recaudación de 150 000 dólares, la máquina pronto se puso en camino desde el norte del estado de Nueva York hasta Washington.
‘La gente sigue viniendo’
Los socios del club ayudaron a instalar la máquina en junio de 2021, con la colaboración de un representante de Andela. La transformación tiene lugar en una estación de transferencia de residuos en Chelan. Todos los sábados por la mañana, socios de nuestro club y voluntarios locales recogen el vidrio usado que entregan los ocupantes de una larga fila de vehículos. Las personas que entregan el vidrio pagan una modesta cuota para sufragar parte de los gastos de funcionamiento. El club vende el producto final, arena de vidrio pulverizada y agregado, en cubos. Los residentes los compran para proyectos de paisajismo, jardinería y decoración. El proyecto comunitario llena a todos de orgullo por haber contribuido a evitar que todo ese vidrio usado acabara en el vertedero. La gente sigue viniendo, porque cree en el proyecto.
El Pulverizador
Nuestro club ha bautizado a la trituradora como "Paulie el Pulverizador", en honor a Paul Harris, fundador de Rotary. Los voluntarios introducen el vidrio recogido en una tolva. Una cinta transportadora lo lleva a la pulverizadora, donde unos martillos giratorios rompen el vidrio mientras este es empujado hacia un vórtice, similar al de una licuadora de cocina. La tecnología patentada de Andela redondea los bordes afilados de los trozos de vidrio resultantes, lo que permite manipularlos con seguridad. Aunque el trabajo es intenso, también es gratificante. A mediados de septiembre, Paulie había triturado más de 143 335 kilos de vidrio, lo que equivale a unas 316 000 botellas de vino que no se arrojarán al vertedero.
Como la arena de verdad
La máquina separa el producto final en dos tamaños: agregado y arena. Los elementos que no son de vidrio, como las etiquetas, corchos y tapas, se depositan en un cubo de basura aparte. El producto final es igual que el componente principal del vidrio: arena. Totalmente segura de manipular, la arena fabricada se desliza por los dedos igual que la arena procedente de las minas. Resulta ideal para los jardines ya que ayuda a drenar el agua, repele las plagas y actúa como capa térmica en invierno.
Un proyecto de la comunidad
La comunidad de Lake Chelan apoya firmemente el proyecto de nuestro club. Lo promovemos a través de la radio local, los periódicos y las redes sociales. Nuestro equipo contrató a Megan Clausen, una de las estudiantes locales que inspiró el proyecto. Ahora, como estudiante universitaria, ayuda a llevar los registros, a coordinar a los voluntarios y a gestionar las redes sociales. El amplio apoyo recibido de la comunidad es un buen augurio para la sostenibilidad a largo plazo de 911 Glass Rescue, una idea nacida de Rotary. La gente quería ser parte de la solución y la hemos encontrado.
Este artículo fue publicado originalmente en el número de diciembre de la revista Rotary.